en lo mas recóndito
de mi conciencia.
Las visiones que mi alma estrecha,
la oportunidad
de la mera existencia.
Voy sembrando semillas
que caen junto a flores,
voy recogiendo el fruto sagrado
de los corazones.
Quien habrá que abrigue
una noche estrellada,
de fuego y de luna dorada,
en el firmamento, locuras de amor,
tan mensajeras que rompen el tiempo.
Sigo dando vueltas en mi razón,
sigo buscando siempre la cuestión
que me consume.
Me entrego a la brisa del mar que no opone
los sentimientos que estan renaciendo
desde la conciencia.
Tengo mis pies que saben el camino,
tengo en mi mente bien claro el destino,
el tesoro sentido
de su presencia..
quien habrá que abrigue
una noche estrellada,
de fuego y de luna dorada,
en el firmamento locuras de amor,
tan mensajeras que rompen el tiempo
Desde la brisa me acompañara....
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