Vendrá del río la imagen
de quien lo atraviese.
Vendrá del sol la
figura excelsa de un enigma.
Serán las lágrimas
del libre albedrío,
las que crucen al amanecer
con luz y gran historia.
Será la pena que nos cala
siempre hasta los huesos,
será la vida que no posee
diseño donde ir.
Siempre termino en lo mismo
hago un terrible corazón,
esta vez apañado,
por las caricias de la fiera.
Corazón, corazón,
corazón de río,
que induce verdades.
Corazón, corazón,
corazón que ha sabido
buscar…
un sabio andar.
Vendrá del viento el reflejo
maduro del río.
Un encantador, portando
una dulce confesión.
De tierra, relámpago y trueno,
de nombre confiado su amor,
cantará, sus tristezas
al alba, al caminar.
Corazón, corazón,
corazón de río,
que aborda secretos.
Corazón, corazón,
corazón que ha sabido
dar tonadas
de luminosidad.
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