En los vientos de la noche
el poeta va reluciendo,
revolucionando,
su capa multicolor
de revolución.
Sobrevolando los abismos,
el mundo,
hallando una rima nueva,
o una eterna canción.
Carente de recursos literarios,
obsecuente,
no sopesa la muerte,
canta a los vientos su amor.
El poeta asfixia a la serpiente,
transforma.
Oye y espera,
amando despierta,
y mata a la culebra,
días tras día.
Alaba a la vida,
alaba a su tierra,
alaba a su hembra,
que lo ilumina,
para denunciar la realidad.
Siente,
vive,
respira hondo,
astraviesa a la oscuridad,
empuñando,
la espada de la libertad.
El poeta
penetra a la noche,
empapado de
cándidas melodías,
sumergido
en su tierno afán
de amar,
con una canción
a la humanidad.
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