martes, 21 de septiembre de 2010

Caminante nocturno


Dulce cadencia y un tibio atardecer
Que enciende la hoguera
De mi fuego reciente.
Risas veras que, hoy, no están de mas,
Que anhelan despertar
Las mas potente esencia.
Sueños fortuitos que van quedando atrás
Entre paréntesis que habrán de revelar
Que hubo en el pasado.

Fue entre la niebla que pudo
Mirar el resplandor de su lucero.
Oh! Caminante nocturno, carne de cristal
Un beso aquí, un beso allá.
Una verdad, dos o tres más.

Una doncella que trae de luz amor
Una plegaria que anima su calor
De estas frías mañanas.
Preso del miedo que consiste en amar,
Son las pestañas curtidas del dolor,
Tan inconscientes.
Desfallecer en memoria de ganar
Entumecer por principio de un final
En lo que a mi me concierne.

Fue en las tinieblas que supo
Sentir el resplandor de su lucero
Oh! Caminante nocturno, carne de cristal
De esta plegaria.
Un beso aquí, un beso allá.
Una verdad, dos o tres más.

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