domingo, 10 de abril de 2011

Desde el día que te vi

Hoy solo sos un recuerdo,
un espasmo de tiempo,
un laberinto sin dueño, 
un espejísmo,
un desierto.
Un espejo ciego,
que mostro algo,
que aun no veo.
Hoy sos brisa,
inatrapable,
incontenible
del verano.
Espuma de sal,
que se muere en la mar.
Sos la mas terrible canción,
la que no imagina,
la que no quiero hacer.
Sos tambien,
la coordenada 
mas lejana,
la extraviada selva,
la penumbra errante
que acecha
antes del amanecer.
El punto mas certero
a donde no anhelo ir.
El fuego que
incendió mi alma,
las estrellas,
que no pudiste ver.
El azar
que golpease en el aire,
de aquella
primavera virgen.
La causa,  
inesperada
pura,
inmaculada,
nueva
y enamorada,
por la cual sonreí...
y fuí felíz.
La simbiosis, 
los amores,
la presencia,
los errores,
los rencores.
El precio,
lo pactado,
lo alterado,
lo olvidado,
lo perdido,
lo natural...

Y fui felíz.

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