Desnudo en la noche
aguardo el desvelo,
entero ante el alba
que albergara mis sentimientos.
Los del tauro amenazan
con borrarme la estrellla
que desangra sobre los hierros,
lo del aire queda sujeto
a mis pulmones secos,
a mis huesos.
El beso sin sentido
deja un sabor desabrido,
y el karma de mi destino
es lo que ultraja mis sentidos,
todo por una galeria,
de arte vespertino.
Rondea la parda muerte,
la secuela de aquel pensamiento,
para cuando cesen los dias.
No se si es un juego,
o una broma macabra,
(como dijese el cantor)
que queda ardiendo dentro,
en el corazon,
por la preterita sensacion
de la tarde.
Mi engaño vil,
de los quienes
no pueden conmoverse
sobre los trastes.
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