miércoles, 1 de junio de 2011

Columnas del sol:

Dejame romper esta noche, junto al viento,
la historia amorfa y  sus afables cuentos.
Para amarte en la calle o un bar,
en la selva, en mi casa o allá.

Hoy me arropa un zumbido,
ausente el letargo y sueño mordaz.
Bajo nubes de estrellas,
voy a conversar.

Hoy me alimento de las luces venidas del norte,
que son las señales de mi corazon.
Hoy me detengo un instante para pactar junto a ella,
la medida que el cielo brindo.

Hoy se me antoja ver con los ojos a la distancia,
los mismos de la imaginación, la que acude a mi alma.
Hoy tejo las ilusiones de un ser luminoso,
de un Dios que siembra huellas en la tierra.

Hoy seguiré escribiendo, redactando memorias de mi andar,
por aquellos que sostienen la burda y colectiva mirada de odiar la paz.
De blasfemar el arte, que su limitada experiencia no les permite apreciar.
Hoy seguiré narrando brechas provenientes del sol, aura lumínica de mi amor.

Hemos de hacer, hemos de convenir de idolatrar a la madre,
las que nos dio a luz su belleza, su encanto, su nutrida conmunion.
Hemos de ser sabios en resguardada y profunda union,
para tomar lo que nos corresponde de la madre dadivosa.

Eterna como los cielos, los oceanos de nuestra madre febril,
Conducen indivisiblemente nuestros caminos.

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