miércoles, 1 de junio de 2011

La chica Santamaria


bello ser... 

el mundo anhela conocerte, 
para que la luz que llevas dentro
expanda el amor de todos los humanos corazones...
que agregar a estas palabras? 
Solo amarlas, sentirlas 

como hijas de la verdad 

que explota en mi interior, 

el llano camino de andar mirando 

solo adentra, 

para cuando vea afuera, dar.
solo amarlas, sentirlas... atesorar

Con cada tonada habitas...
en la tension de la cuerdas,
labradoras del hilo sensorial 

que nos conecta... 
Eres princesa de la noche y dueña del sol,
bailas sobre la encrucijada de los sueños,
riendote, amando, la musica que mueve tu corazon..
La nota alberga el universo, 

el ave la contiene.
Las alas son de un angel,
que nos ha sido enviado,
como poder de resurrecion.
Las manos son la fuerza, 

los ojos el candor...
la piel la biblioteca, 

y la mente el motor.
La luz de la esperanza tiñe todo nubarron, 
que como por la tierra pasa 

para que luego crezca 

lo que es licito de amor.

lunes, 2 de mayo de 2011

La última manifestación de la madre tierra

Todos los días,
nos quieren matar.
Por dentro,
por fuera.
Quien es capaz de ver
como fruncen
nuestros ceños
por sentir la gravedad,
por vivir en la impiedad.
Por no permitirnos
se parte
de su mundo,
sus costumbres,
sus formas,
su inflado derrotero
de lo que no es bueno. 
Hay verdad,
hay amor,
no puedo cerrar mi corazón,
eso sería una traición,
a mi mismo,
a mis pares,
a mis amigos,
cercanos
y los lejanos.
A los que creen o ven
como lo hago yo.
Sufro por el mundo.
Dolidos por el mundo,
nos ampara la estrella
de la conciencia,
la tuya, la de ella,
la nuestra.
La lumínica razón de Ernesto,
la canción de Silvio 
o la de Chiko,
y el recuerdo de Violeta,
La escuela del altiplano,
o el camino de piedra,
que aquel hijo de indio,
cantara.
El vuelo eterno del Condor,
los cielos del Aconcagua,
o el agua pura de los hielos
continentales
del sur.
Podran matar el alma,
pero no asesinaran
ni la causa,
ni la razon.  

Imaginación

Leo... cierro mis ojos, y otra vez, te siento. Estas a mi lado, sonriéndome, apuntándome con tus ojos cristalinos. Te beso, y juro que ese beso fue real, lo sentí, te lo dí, hace unos minutos, en mi balcón. Llegas a mi, en espíritu, en la pureza inocente del amor, la misma que cuando te enamoras de niño. Tomo mi guitarra, esa que supiste acariciar y te acepto, ella, el medio por el cual te envío mis sentimientos mas preciados esta mañana, sé que llegan a tí, porque así lo deseo, porque nada puede con el amor... Me conmueves, me estremece sentir todo lo que me dices... al oído. 

Me imagino llegando a tu casa, y despertándote con una canción.

Tu recuerdo yace inmutable en mi memoria, aunque pase un siglo sin verte, estaré en ti siempre, porque tu estarás en mi, siempre. Las rimas del viento son melodías que acarician nuestras sienes, así, el recuerdo de aquella noche, la dulce tonada de tu voz, acaricia mi alma por dentro y la eleva, como se eleva el cóndor en los Andes. Que tu alma se eleve y no posee los pies sobre la tierra, cuando de ti emerja, de lo mas profundo, mi recuerdo. Soy el Ave que se posará a tu ventana todas las mañanas, despertándote, con suaves trinos, para que tu amanecer sea distinto, a todos los demás... Te espero, en el aire, en lo que no podemos, aún, palpar.

domingo, 10 de abril de 2011

Un ángel del sol

Un angel dorado del sol
ha venido
a frotar mis ojos.
Me ha abierto el panel 
de las ocurrencias,
tan vividas
e inesperadas.
Siempre el canto
es el aliado amigo
que sepulta
y hace duelo
por las penas,
las anomalias
que posee
esta hermosa vida.
Deleite exisito de los dioses,
saben sus primicias,
secretos de un bajo vientre,
casi celestial.
Inundando de nectar
su mas avida flor,
su sonrisa turbia,
y sus ojos sin prision.
Malevaje de sensuales arritmias
y la ponzoña se hace agua
ante las mas timida confesion.
Un angel dorado del sol,
ha venido hoy,
a darme cuenta,
que el amor
no trata de riendas,
ni sueños
que un dios concilio.
Se trata de momentos,
de risas y misterios,
de sabanas sin remedios,
de algo que el corazon
nunca imagino.
Un angel dorado del sol,
hoy,
libro mi alma,
y me enseño,
que debo volar,
lejano,
y bien hermano,
en el alimento
de su luz.

Creo

Creo en la vida,
en los sonidos,
en una palabra,
en la mano amiga,
en otro corazón,
en la canciones
que Dios me dió,
en el amor
que llevo dentro
como templo
inmutable
que acaricia
al mundo
con valor,
porque
simplemente
lo doy.
Creo
en el deber,
en la verdad,
en la luz
de cada mañana,
en los abrazos,
en la mirada pulcra
de un niño.
En un atardecer,
en mojarse bajo la lluvia,
en el arco iris
que una vez ví.
En la sonrisa
de mi madre,
en los libros,
en la educación,
en que la revolución
es cambiar uno mismo
y no a las demás.
Creo y elijo creer,
porque mi amor,
es una daga
del sol
en el centro
de la noche.
es la memoria,
latente,
que me recuerda
quien soy.

Desde el día que te vi

Hoy solo sos un recuerdo,
un espasmo de tiempo,
un laberinto sin dueño, 
un espejísmo,
un desierto.
Un espejo ciego,
que mostro algo,
que aun no veo.
Hoy sos brisa,
inatrapable,
incontenible
del verano.
Espuma de sal,
que se muere en la mar.
Sos la mas terrible canción,
la que no imagina,
la que no quiero hacer.
Sos tambien,
la coordenada 
mas lejana,
la extraviada selva,
la penumbra errante
que acecha
antes del amanecer.
El punto mas certero
a donde no anhelo ir.
El fuego que
incendió mi alma,
las estrellas,
que no pudiste ver.
El azar
que golpease en el aire,
de aquella
primavera virgen.
La causa,  
inesperada
pura,
inmaculada,
nueva
y enamorada,
por la cual sonreí...
y fuí felíz.
La simbiosis, 
los amores,
la presencia,
los errores,
los rencores.
El precio,
lo pactado,
lo alterado,
lo olvidado,
lo perdido,
lo natural...

Y fui felíz.

viernes, 4 de marzo de 2011

Los sueños


Ojos abiertos... corazón abierto. 
Esparciré tus cenizas y volaré besando el viento.
Rozaré mis labios en su vientre y olvidaré los momentos, viviré sin tiempo.
Me llevaré un recuerdo no más, el más feliz .
Perderé tu memoria mientras marcho, hacia un confín.
el mas distante, el mas confiado en horas de soledad
Tiempo… tiempo es solo una palabra,
El agua cruza bajo un puente, la hierba vuelve a crecer.
Refrescaré mi alma en esencia de mujer, rozaré sus labios, el amanecer.
Me llevaré mucho y casi nada, poco y casi todo,
de los sueños que enamoran al amanecer.